sábado, 25 de mayo de 2013

ELOGIO DE LA NATURALEZA


                                         
                                  CAPÍTULO I
                   ELOGIO DE LA NATURALEZA.

       Por mucho que pensemos en ella, la mente ni siquiera es un instrumento para descifrarla, lo que la vida es.

      Todo el mundo desea ser erudito y hablar de lo que es en si la vida. El mundo, la religión...etc. Pero no existe una clara definición evolutiva de la vida, se podrá explicar con más o menos precisión lingüística, quizás de una forma precisa y acertada, pero ni tan siguiera podemos suponer que es la complejidad total y completa de la existencia natural.

     Los más acertados pueden darnos claras lecciones de algún principio natural, el hombre en sí, aunque vayamos de pacíficos, nos hemos tenido que defender de agentes externos. Aunque para peor agente externo no lo podemos encontrar en el propio ser humano.

     Hoy estamos de acuerdo que la raza más “evolucionada” del planeta, desarrolle un propio sistema capaz de destruir de forma tan atroz nuestro ecosistema. Buena parte de la culpa está en el momento histórico de la primera revolución industrial. En ese periodo inicial, los propietarios de crear y distribuir herramientas y artilugios para la “explotación”del entorno natural se convirtieron  en una amenaza a nuestro ecosistema. El progreso lo llamaban, es fácil diseñar palabras cuando en realidad lo que se comenzó fue la destrucción sistemática del entorno natural y por ende, del ecosistema.

    Los recursos naturales estaban empezando a ser expoliados, y todo en aras de un “progreso en el cual el hombre se desvincula sistemáticamente del tempo natural de la vida y diseña otro completamente alejado y drásticamente separado de su status primigenio. Nuestra evolución de primate sapiens, deja de ser un todo con el orden natural de la vida, y se enajena en otro que no está en resonancia. Hombre y naturaleza se escinden y diseñan un mundo virtual basado en la comodidad y el placer, olvidando y vulnerando un planeta en el que la vida gira entorno a la madre tierra.

    El hombre se siente entonces adaptado a un gobierno en el cual su sistema es una creación marginada y completamente artificial de la naturaleza al cual le ofrecen al ser humano como animal racional.

    Si atendemos al contexto histórico del hombre actual, vemos nuestra insana y vehemente ruptura y marginación hacia el orden natural. Desde nuestro gris y asfaltado suelo….hasta la torre más alta de cualquier ciudad, todo está diseñado para tornar nuestros ojos a lo que nos es más cercano. Nuestra desvinculación con la evolución libre de la vida natural desaparece, y se diseña un mundo en el que nada o casi nada es perceptible con una realidad en el que se sienta un conectarse con un todo no creado por el hombre. Es pués, la tragedia vivida en unas condiciones anti natura.

        El abandono de nuestro vivir cotidiano de las fuentes productivas basadas en la agricultura y el paso obligado a las grandes urbes centralizadas y artificiales creadas por el hombre, en ese desarraigo, es donde el hombre se desvincula definitivamente con el ciclo biológico natural. En este tránsito  hemos perdido muchas de las costumbres que permanecían inalterables y no basadas en la explotación y rentabilidad económica.

           Las grandes urbes, como grandes fuentes de reservas procedentes de la explotación agraria y ganadera se convierten en ciudades con componentes diseñados para no desarrollar productos originados por el lento transcurrir natural de la vida,si no por la velocidad absurda de medios diseñados para llevarnos de un lugar a otro con la intención de hacernos creer que el progreso es eso;el trabajar dentro de un modelo económico injustamente planificado.

           Todo este complejo y absurdo modelo virtual hace que vivamos alienados e incomprendidos por el cual, la única manera de crecer en este sistema es…el capital.

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